Y es que me prohíbo olvidar. Los malos recuerdos también forman parte de lo que somos o de lo que hemos sido. A veces, hay que dejar de sentir algunas cosas, para evitar hacernos más daño. Pero nunca debemos olvidar lo que nos ha pasado. Cada cosa que ocurre en la vida de una persona, hace auténtica esa vida. Por eso hoy he decidido que nunca voy a olvidar tu sonrisa, tus ojos tan vivos mirándome y probablemente tampoco olvide el sabor de tus besos. Pero tengo que obligarme a dejar de sentir lo que siento cuando te recuerdo.